top of page
El camino del puerto dibuja una línea recta junto a lo que más tarde sería la casa de la moneda hasta la torre de la Plata, pasando posteriormente por el arquillo de la Plata. Al tratarse de la entrada hacia la Casa de Contratación, fue el camino que siguieron el oro y la plata provenientes de América; así como, en 1522, las cerca de 25 toneladas de clavo y las muestras de canela, nuez moscada y sándalo de Timor con las que
regresó la nao Victoria, que valieron casi el coste total de la expedición.
TORRE DE LA PLATA
Se trata del punto focal del puerto sevillano, llamado, por aquel entonces, el puerto de las Muelas de la torre del Oro. Este se menciona como lugar de partida de la expedición de Magallanes y de retorno de Elcano.
TORRE DEL ORO
ATARAZANAS
Son la mayor edificación asociada al puerto de Sevilla. Estas grandes naves, las dos
más cercanas a la torre de la Plata, fueron los almacenes portuarios de la casa de contratación. Allí se almacenaban efectos navales, provisiones, mercancías, etc. Pero, sobre todo, se guardaba la artillería hasta el momento de partir, devolviéndolas al terminar el periplo. Las naos de Magallanes se equiparon con un armamento muy considerable en estas naves.
EL ARENAL
Desde las Atarazanas, paseando por el entorno del Guadalquivir, se llega al postigo del aceite y a las calles de la Carretería, situados en el barrio del Arenal. Por estas calles se pregonó el alistamiento para la expedición, que se acabó extendiendo a Huelva, Cádiz y Málaga. Sin embargo, ante la tibia acogida que recibió, se tuvo que recurrir a reclutar un buen
número de extranjeros.
PUERTO HISTÓRICO
A las orillas del Guadalquivir se cargaron las provisiones para la especería. Llevaron una gran cantidad y variedad de alimentos, tales como: bizcocho, harina, aceite, habas, garbanzos, lentejas, almendras, higos, alcaparras, mostaza, etc.
CESTERÍA
Fue un arrabal en crecimiento (siglo XVI), donde se labrava la jarcia para el cordaje naval y abundaba la gente de mar, cargadores, artesanos…
CONVENTO DE SAN PABLO
Fray Bartolomé de las Casas, fraile dominico, protector de los indios y nacido en Sevilla, fue asiduo de este convento. Formó parte del entorno de Magallanes, a quien conoció en Valladolid, cuando este acudió a la ciudad para tratar con el rey los términos de la expedición.
bottom of page